Húmedo por la lluvia el verde tierno de los sembrados
se pierde a la mirada por las colinas en fuga.
Dos grandes grajos vuelan despavoridos
hacia una oscura zarza en el barranco verde.
Como en el mar inmóvil se posan nubecillas,
así descansan los montes en el aire azulado,
mientras un agua fina cae sobre ellos,
casi un velo de plata, gris, trémulo, impalpable.
Un castillo para AK, a propósito de AK de Chris Marker (1985)
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La sangre y el suelo, ejes y valores tradicionales de conquista de poder y
terreno, de la vida concebida como lucha, la vida que late debajo de
nuestras co...
Hace 4 años