¡TIEMPO HAY, TIEMPO HUBO, PERO YA NO LO HABRÁ JAMÁS!
Retrato del artista adolescente. James Joyce

VIVE LA VIDA DE MODO QUE EL TEMOR A LA MUERTE NO PUEDA ENTRAR NUNCA EN TU CORAZÓN
Enseñanzas. Wabasha (1718-1799), jefe de los sioux santee
Las Enseñanzas de Wabasha también han sido atribuidas a Tecumseh (1768-1813), jefe shawnee; Toro Sentado (1831-1890), jefe de los sioux hunkpapa; Caballo Loco (1840-1877), jefe de los sioux oglala; y Wovoka (1856-1932), hechicero paiute

domingo, 28 de septiembre de 2008

Poema de EL CIUDADANO DEL OLVIDO de VICENTE HUIDOBRO

PRELUDIO DE ESPERANZA

Cantas y cantas hablas y hablas
Y ruedas por el tiempo
Y lloras como lirio desatado
Y suspiras entre largos agonizantes que no saben qué decir
A veces también ríes con tus huesos de gran noche
Señalados en su sitio de esqueleto
Designados en su trozo de tierra saludando al cielo.
Pide conformidad para tus altos intereses
En el país de la esperanza que despierta en tus costillas
Pide lección al árbol acusado por sus excesos
Y sus alas habituadas a todo trance
Escucha la salida del río escucha la sombra adentro de la flor

Cantas y cantas hablas y hablas
Y sueñas que la especie olvidará tinieblas
Pronto pronto el olvido del llanto
Las lágrimas armadas de tan lejana luz
Como animales numerados que van saliendo del mar
Pronto el olvido de tanta sombra suspirado
Pronto el futuro de horizontes que conoce su pasión

Cantas y cantas
Y tienes una voz acumulada
Tienes una voz con ciertos lados dolorosos
Y ciertos rincones impacientes
Y gotas de astros perdidos por su tierno corazón
Tienes cascadas en tus regiones más pensadoras
Tienes objetos convertidos en vidrio al fondo de tus ojos
Tienes rutas nacidas para el oscuro sonar de la garganta
Puedes hacer un nudo de puertas con tus enigmas
Y así mismo desatar el tiempo entre sonidos y presagios
Puedes dar una parte a tu luz en el camino mismo

Hablas y hablas
Y ya sabemos que es como el ruido de la lluvia
Que cae de cabeza sobre el campo
Pero tu ruido lleva sueños y puntas de hojas pensativas
Lleva un bronce que ha escarbado cenizas y montañas

Cantas y cantas lloras y lloras
Y en tu llorar hay el combate de la muerte y de la marcha
Todas las últimas batallas con su color de límite
Y en tu silencio crecen árboles tan decididos como las borrascas
Y, la muerte obedece a su mundo tembloroso
Ardiendo en sueños de clave visionaria

Hablas y hablas miras y miras
Y sientes la corteza que te separa de las ansias ajenas
Sientes desde adentro de ti mismo
Los impulsos del mundo los latidos de la tierra
Y los tormentos de todas las crisálidas
En su escafandra de enigmas
Sientes las alas ciegas de tus signos jadeantes
Y esa agua olvidada de sus mares que corre en tus arterias

Cantas y cantas ríes y ríes
Y tienes una dulzura que te come los huesos
Y oyes crujir la tierra que no sabe su nombre
Y le duelen los árboles
Le duele el mar con todas sus olas
Le duele el paso de los hombres
Y los arroyos oscuros que se entrecruzan
En un pacto ungido por la nobleza de sus años.

Lloras y lloras miras y miras ríes y ríes
Y te detienes pensativo en medio de tantos ecos
En esta tierra de entusiasmos secretos
En estos vientos que traen apariencias de destinos.
Y contemplas de un lado el empezar del mundo
Del otro la noche de vidrios espantados
Y te vas y buscas ansioso
Esa música rasgada por donde se evade la casa
Y desaparece moviendo el corazón entre fantasmas.
Cuando el sol te reemplaza de repente
Qué quieres que te diga
A tiempo de mirar caen las plumas
Como vejez de palabra en traje de alma
Qué quieres que te diga
El mundo baja por tus angustias a tu encuentro.

Cantas y cantas, hablas y hablas
Y te olvidas de todo para que todo te olvide
Hablas y hablas cantas y cantas
Lloras y lloras miras y miras ríes y ríes
Y te vas en silueta de aire

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